ESPACIO FARNELLIANO
La totalidad de las imágenes que se reproducen en este blog corresponden a obras de mi autoría.
viernes, 15 de marzo de 2024
miércoles, 13 de marzo de 2024
Finalmente,
cinco días después de la inauguración, Sommaire Desprivileges llegó
a destino y ya cuelga en la Galería La Cava del Museo Palacio Cousiño,
en Santiago, Chile. Ahí va a
quedarse en exhibición hasta el 30 de marzo.
Bien está lo que bien acaba, Shakespeare dixit. Lo normal es que se complique todo, siempre,
absurdamente, pero se insiste y se llega igual.
Así es la vida.
viernes, 8 de marzo de 2024
Vida real
de artista: como todo puede salir mal, y si le das tiempo, peor
Ayer
inauguró Cartularios Femeninos, en la Galería Cava del
Museo Palacio Cousiño, en Santiago, Chile. Una muestra donde mi trabajo Sommaire Desprivileges
había sido seleccionado para ser parte del evento.
Pero pese
haber hecho el envío de la obra con tiempo (entró al correo el pasado 22 de
febrero), pagando un servicio especial del Correo Argentino para un traslado
seguro, rápido y con seguimiento en línea, mi obra nunca llegó. Y, para colmo, ni siquiera es posible
identificar su paradero actual.
La
curadora del evento, la encantadora Paz Sepúlveda, con extrema gentileza
e indecible paciencia, apartó un espacio
en el montaje de sala por si mi obra llegaba a último momento. Pero Sommaire nunca llegó.
Los
artistas normalmente enfrentamos estos problemas de logística cuando queremos
mover nuestra obra internacionalmente.
He enviado muchísimos trabajos al exterior y las demoras suelen ser
exasperantes, aunque hasta ahora todo había llegado a destino. En base a todas mis malas experiencias he ido
optando por las vías más seguras Los envíos
de las cajas rígidas triangulares de Correo Argentino y el servicio con
seguimiento en línea habían sido -hasta ahora- lo suficientemente confiable
para considerarlos la primera opción. Lo
fueron hasta esta oportunidad, cuando no sólo no llegó a tiempo sino que parece
haberse esfumado hacia el limbo de las cosas irremediablemente perdidas.
Contacté
al Correo de Chile, donde me informan que la obra jamás ingresó al sistema
postal de ese país y me aconsejan reclamar al correo emisor. Cuando reclamo al Correo Argentino,
haciendo gala de toda esa proverbial ineficacia y desprecio hacia el cliente
que tiene la burocracia argentina, me responden que no puedo reclamar hasta
pasado 30 días de la imposición del envío.
Así que no me dejan reclamar hasta pasado el 22 de marzo. Total, ¿a quién le importa? Que siga Sommaire en el limbo y
mi salud mental en el cesto de basura.
Mas allá de
la frustración infinita que me genera esta situación, lo peor es que me paraliza
respecto a otros envíos que tengo que hacer.
Mi trabajo fue seleccionado para otro evento en Sevilla, España, a
principios de abril, por lo que debería hacer ya el envío si tengo alguna
esperanza de que llegue a tiempo. Pero
ya no puedo hacerlo como era habitual, y optar por un Courier privado
internacional me cuadruplica los costos en esta Argentina inflacionaria
y caótica. Es desesperante querer hacer
cosas pero que todo parezca estar confabulado para que no puedas hacer nada. ¿Envío la obra por el medio que está dentro
de mis posibilidades económicas y me arriesgo a que desaparezca otra vez o me
resigno a la inacción y pierdo oportunidades de seguir mostrando mi trabajo
fronteras afuera? ¿Robo un banco para
poder pagar servicios de traslado eficientes pero carísimos en este contexto? Vida real de artista: siempre todo es tan,
pero tan difícil…
sábado, 2 de marzo de 2024
lunes, 26 de febrero de 2024
Como
autodidacta convencida, mi método de trabajo contempla la experimentación herrática en búsqueda de algo que quiero pero que ignoro su entidad. ¿Cómo experimentar hacia algo que no tenemos en claro que es? Haciendo. A ver que sale.
Se supone que quiero aportar más textura a mi obra, multiplicar
los tipos de papeles y los modos de incorporación al soporte. Algo que acerque mi trabajo a una forma de 3D. Replicar, dentro de mi
propio estilo y con mis reglas, el llamado "arte francés" con sus
superposiciones de recortes para lograr altura, el calado y los plegados
orientales para intrincar la composición. Todo dentro de una obra que mantenga cierta estructura
clásica: un retrato central con un mínimo trabajo por fuera del dibujo inicial,
para que el blanco crudo del papel se sienta como piel, y que en el entorno se
entrelacen imágenes, textos y conceptos varios.
Tratando de ir en esa línea arranqué con un retrato al lápiz.
Después recorté un pedacito de papel celeste pastel para el tocado.
Adherí todo a una
hoja blanca de mayor tamaño y gramaje, un soporte idóneo para experimentar
libremente, y agregué otro recorte de papel, en color verde agua, para posicionar un cartouche
decorativo.
Seguí con
una figura femenina art decó, rosas rosadas, un maniquí en un papel de azúcar y
acentué un poco más el conjunto. Con más
verde agua agregué una esfinge alada y más ornamentación en la parte
superior. Dimensional y tinta plata para
perlas y tocado y tinta oro para los ornamentos.
Hasta acá
definitivamente no me gusta, no alcanza la textura y el volumen que se supone
estoy buscando. Quiero que el retrato
central sea un respiro, un centro de atacción visual por su limpieza y que quede abajo, mientras que en derredor todo esté cubierto, enredado, y elevado en altura. No veo que vaya en ese camino. Pero seguiré un poco más a ver que sale. Pero dudo que esto sea lo que ando buscando y este el camino para encontrarlo.